lunes, 20 de diciembre de 2010

...Carta de una victima...

Sus manos frías recorrieron mi cuerpo en un acto desesperado, pero como si no sintiera nada a la vez, como si esas manos no fueran capaces de sentir ¿Qué podría sentir un hombre así? Que a la fuerza toma mi cuerpo y destroza mi alma solo por conseguir el fugaz placer de mi piel.

La obscuridad me rodea esta noche, pero no olvido su cara, el sudor de su frente y el asqueroso olor a alcohol que escapaba de su boca; Oh! Por Dios, las nauseas otra vez, no sé si es por el recuerdo cruel de aquella noche en que me forzó y tomo mi cuerpo como un vil papel o si por el recuerdo que ahora descansa en mi vientre y crece sin culpa pero que trae incesante a mi memoria todo lo que quisiera borrar.

Nunca seré la misma, eso lo sé, no importa las horas en terapia, no importa el amor de mis padres ni su indignación, ya nada será igual, veo en sus miradas esa compasión, ese dolor que se me clava en el corazón, ya no me ven igual, ya no soy la niña que prometía un futuro nuevo lleno de logros, no, ahora soy una especie de mujer que le falta la mitad del alma incapaz de afrontar las torturas que por escasos minutos un infeliz le hizo sentir.

Hoy tome la decisión, dejare morir el resto de la carne que el dejo en esta tierra, manoseada y con su aroma, sin importar cuantas veces tome un baño y trate de borrar toda huella de aquel momento, permanece en mi cuerpo no solo en mi rostro, cuando me miro en un espejo, no solo en mi mirada triste y cansada, no solo en mi mente que divaga para dar paso luego a las lágrimas que derramo casi sin pensarlo, no, ahora incluso he descubierto algo que antes temía, algo crece en mi, algo que en cualquier otro minuto podría haber sido una bendición, pero hoy como un tumor cancerigeno que carcome mi cordura, crece y se lleva mis ganas de vivir.

No podría simplemente hacerle desaparecer, no podría tratar de negarme otra cosa más en esta vida que gira y gira sin sentido y sin mi arriba, como un carrusel viejo y sin ocupantes, no podría, además llevar otro recuerdo cruel en mi mente, por eso, entre vivir el martirio de recuerdos profanos, maldeciré mi existencia por última vez y cavaré mi tumba en silencio, para por fin descansar mi mente de los recuerdos que atormentan mis noches, pensamientos que no permiten que piense, ni ame, ni disfrute la vida junto a los que me aman; por fin descansaremos, solo tu y yo y él desaparecerá por siempre al igual que yo.

martes, 2 de marzo de 2010

...carta de una pequeña niña...

Otra mañana triste entre estas paredes que ahogan mis gritos desesperados, otra mañana de leche y miradas vacías, frente al monstruo y frente a la ciega. Como una extraña fabula vivo en un mundo de apariencias, el monstruo de brazos largos y gruesos me mira cálido y con rabia, por la mañana a penas si me mira de re ojo y pregunta lo de siempre, escuela, amigos, luego se marcha, como si en aquella noche nada hubiera pasado, el monstruo de brazos largos y gruesos es más que solo musculo, es inteligente, de su boca sale música que encanta a los oídos de la pobre ciega, mujer que a pesar de tener ambos ojos estos no ven la realidad, solo ve sombras de una ilusión de un “nosotros” que no existe, embaucada por el monstruo, lo que ella no ve pero escucha es embellecido por su boca de él, cantos, cuentos, historias de sucesos que no están más que en su mente, porque es en mi cuerpo en donde se ven los vestigios de un ogro, un infierno, el demonio de brazos largos y gruesos, de cuerpo pesado que, después de golpearme avecina su cuerpo a mi cuerpo y separa mis piernas… introduce su infernal calor que me quema y sofoca mi cuerpo pequeño, apaciguado tan solo con mis pensamiento, intentando contar cada segundo que dura su tortura, sabiendo que terminara pronto y mis pensamientos divagan en mundos en donde soy princesa y no esclava de un cuerpo asqueroso sudado, con olor a alcohol putrefacto…pronto termina lo sé de memoria, luego unos golpes y algo de llanto, camino al baño me limpio mi cansado cuerpo y me acurruco en mi cama soñando que mañana esto solo será una pesadilla.

Otro día más, otra angustia más, la ciega no ve mis llagas, la ciega no ve los moretones ni la sangre de las sabanas, la ciega se escuda en sus propios problemas y mis gritos no parecen hacer mella en sus odios… tal vez sea momento de escapar del calvario, mis sueños que albergo en mi mente me pueden salvar..¿y si duermo eternamente? Si vivir en una pesadilla cerrar mis ojos solucionara mis dolores, volare por sobre nubes color rosa, seré no solo princesa también reina de un paraíso que flote por encima del dolor, con príncipe, amigos, mi cuerpo sin magulladuras, comiendo dulces, olvidando al monstruo de brazos largos y gruesos, olvidando el dolor de un cuerpo joven y cansado que ya no quiere vivir más.

Esta noche será distinta, al venir él a gozar de mi cuerpo frágil verá que duermo pero está vez será distinto, no despertare con manotazos, no despertare con sus golpes, mi cuerpo ya no estará tibio, si no frio y sombrío, lo que no saben es que en mi mente se dibuja la realidad, no serán simples sueños, será mi verdad, mi vida real y eterna en donde los golpes no me tocaran, donde el amor reinará y nadie podrá hacerme daño.

Adiós demonio de brazos largos y gruesos, te dejo un cuerpo vacio, después de todo nunca te importó mi interior… adiós mujer ciega, tal vez ni notes mi ausencia, nunca estuve al parecer frente a ti y tu nunca estuviste ahí para mí. Me voy a un mundo en donde podré al fin sonreír.