jueves, 9 de abril de 2009

...Carta de un jovén modelo...

Una vez más decepciono a mi destinado, mi apellido me trasciende más allá de mi propio espíritu, habla por mi y no habla mi voz, dice de mí lo que no quiero ir, que debo triunfar, ir más allá, correr, luchar y pisotear y ¿si no quiero? Mi padre insistente me obliga cada día ser mejor, yo mientras me hundo en mi deseo por escapar, huir de este destino que me obliga cada día a ser uno que no soy.

Hoy otro día más atestado de libros, espero no defraudar a la familia, el hijo prodigo que continuara con el buen nombre que viene desde tiempos inmemorables, como diría mi padre, ese ser cruel y abominable cegado por los placeres y el dinero me dejo solo tanto tiempo y ahora, como salido de un universo paralelo donde si era un buen padre, viene aquí a exigirme cosas que no puedo darle “sé el numero uno siempre, pisa a quien tengas que dejar atrás” me dijo antes de entrar a la facultad para seguir sus pasos y los de mi abuelo, pero ahora que no está, que se ha ido de viaje dejaré una sorpresa para cuando el regrese, después de todo estoy solo, rodeado de libros, de conocimiento, dinero y venalidades y ¿el amor? ¿Bajo qué llave se esconde de esta mansión?

Silencio sepulcral, habitaciones vacías atestadas de lujos, recojo mis libros, los tiro todos por el suelo y con papeles hago un circulo y yo en el centro, me siento tomando mis rodillas, llevándolas al pecho, las presiono fuertes y me doy cuenta de que no sé quién soy ni que quiero, después de todo, de poder elegir mi destino ¿Qué hubiera sido de mi? ¿Artista, deportista, psicólogo? Soy incapaz de contestar una pregunta tan simple como “que me gusta” toda mi vida manejado por los hilos invisibles de un hombre egoísta, hoy decido por mí que será de mi mismo, de mi alma, de mi mente, de mis deseos ocultos por las decisiones que él tomo por mi sin preguntarme una palabra.

Padre, luego de tus sin numero de deseos que cumplí sin decir palabra, haré, en este momento, algo por mí y para mi, y disfrutare cada segundo que dure, cada instante porque sabré que soy yo y no alguien más que juega a ser un chico perfecto que solo vive en tu mente pero no en este cuerpo.